martes, 18 de octubre de 2016

Una y otra vez

En mi vida, he tenido cuatro relaciones, de las cuales, sólo dos han sido más serias. Sin embargo, en cada una de ellas ha habido un problema: siempre ha llegado un tercero a arruinarlas. Y no es que ellas hayan sido "rompe hogares" si no que el amor que ellos tuvieron hacia mi persona no fue lo suficientemente grande como para evitar enamorarse de alguien más.

Hoy comprendo que cada uno de ellos estuvo en su derecho. Cuando no te sientes seguro con alguien y tu pareja no te brinda aquello que buscas, estás en la libertad de salir a buscar a ese ser que será el encargado de complementarte. Es triste, para esa persona que es abandonada. En mi caso, la primera vez yo fui una mala persona que realmente nunca se sintió en una relación e hice cosas que una "novia" no hubiera hecho. La segunda situación fue mucho más complicada y el dolor que me causó esa ruptura lo viví por cuatro años. 

Mi primer amor, aquél que me había jurado amor eterno encontró a alguien más. Me es imposible no odiar a esa mujer porque nunca me di cuenta en qué momento se conocieron y cómo fue que crearon tan grande conexión. En el momento en el que más vulnerable me encontraba, él decidió que nos diéramos un tiempo. Se que fue mi culpa por mi horrible personalidad posesiva. Un día después de mi cumpleaños ellos se hicieron novios y yo quedé devastada.  Un año de mi vida universitaria lo tiré a la basura por culpa del desamor.  Fue una época de enfermedades. Tan mal estuve que al final del año me hospitalizaron por fallas en mi sistema inmunológico. Fue un año de borrachera diaria. Todo ese tiempo, me dormí llorando todas las noches. De día trataba de ocultar mi dolor en compañía de mi mejor amigo en aquél entonces. Él, me confesó su profundo amor antes de que mi más grande historia de amor llegara a su fin. Como consecuencia, estuvimos juntos por dos años y después de mi ruptura no estuve sola. 

Digamos que apliqué el clavo saca a otro clavo. Error. Lo único que logré es que la ruptura me doliera aún más porque mi primer amor es una gran persona y comparar a un hombre con tantas inseguridades, complejos y demonios con una alma pura fue una batalla perdida desde el inicio. Sin embargo, mi amor por aquel ente desadaptado creció  y nos volvimos inseparables. Aguanté cosas que nunca creí ser capaz de soportar: insultos, desplantes, berrinches, palabras de odio. Él una vez me dijo que yo era todo lo que odiaba en una persona pero que me amaba. Por temor a estar sola, estuve ahí, sufriendo y amando al mismo tiempo. Afortunadamente, él conoció a alguien más y me dejo ir.  Este caso fue distinto porque no sucedió que yo no cumpliera sus expectativas, sino que él no tenía. Me encontraba en un nivel superior y él no pudo entender que no iba a cambiar por él. Hoy doy gracias por haber terminado esta relación porque tal vez ya no estaría aquí.  En su momento, la ruptura me dolió tanto que me pasé medio año en el profundo alcohol. Tomé hasta que maté la mayoría de mis neuronas. Lloré, pero fueron lágrimas de tristeza por haberme engañado a mi misma. Este fin sí lo veía venir. Desde un principio supe no teníamos futuro. 

Mi relación actual me hace muy feliz. Por ahí dicen que al primer amor se le quiere más pero al segundo mejor. Descubrí lo que es un amor adulto y verdadero. Aprendí que las personas no son posesiones y que si las amas hay que dejarlas libres. Se que he tenido fallas en esta etapa pero no se comparan con todas las cosas malas que hice en el pasado. A él lo quiero, y creo que me quiere de vuelta. Nunca había pasado tanto tiempo con alguien. A veces batallo en entenderlo porque es una persona muy independiente, libre y mantiene sus cosas personales muy privadas. Esto ha hecho que varias veces mi mente haya creado ideas bastante locas.  Además, es el primero que me ha enseñado en que no voy a escuchar lo que quiero escuchar.  No hemos tenido un camino fácil. Los fantasmas de sus amores pasados han sido una carga. Sobre todo cuando se han materializado y han sucedido cosas extrañas. Hay un periodo de tiempo que todavía no me queda clara. Lo que sí se, es que me quiere. Lo vivo día a día con sus miradas, acciones, y palabras. Se que sacrifica mucho de sí por estar conmigo. Sobre todo, porque a pesar de que soy una gran persona, tengo aspectos muy negativos de mi personalidad, los cuales, resaltan cuando he tomado unas copas de más. A él lo quiero por lo que es y no por lo que espero de él. 

 Esta vez, si he dado lo mejor de mí y no me arrepiento. No se que pasará en el futuro. Lo único que sé es que voy a disfrutar hasta el último momento de este hermoso amor.